sábado, 8 de marzo de 2008

Tanto por un solo voto


Desde hace años mi idea sobre el Pueblo Vasco era muy incierta y se debía sobre todo a la información que recibía a través de los medios. Un día mi idea cambió porque una de mis hijas fue a casarse a Aranzazu (es a los vascos como Covadonga a los asturianos). Y allí, en el corazón del movimiento independentista recibí la información real en vivo. Una de las experiencias que me han marcado fue la mayor victoria de España en baloncesto. Aquel día recorrí las calles de Oñate con varios amigos y familiares para ver el partido y entramos en un bar de un club deportivo que tenía una sala de tv bastante amplia. Nos extrañó que estuviese vacía, porque ya había comenzado el partido. Estábamos tan contentos con el espectáculo y tan orgullosos de nuestro equipo que comenzamos a gritar ¡España, España!. En ese momento varias personas que estaban en la barra, ajenas al espectáculo se dirigieron a la puerta de la sala de TV y nos clavaron unas miradas tan inquisitorias y amenazadoras, que nos tuvimos que callar, por prudencia y …miedo a aquellos “matones asilvestraos”.Había niños en el grupo y no quisimos dar un espectáculo, así que seguimos animando pero sin pronunciar la palabra clave: España. Fue entonces cuando comprendí cómo deben sentirse todos aquellos españoles que viviendo y trabajando en el pueblo vasco se sienten inmigrantes despreciados, odiados y amenazados de muerte, aunque hayan nacido allí y aquella sea su tierra.
Isaías no ha podido votar, pero su voto ha estado presente. Habrá algunos que por miedo no hayan ido a las urnas, pero seguirán circulando míseramente por la vida montados en un vehículo cuyo combustible es el odio, dando vueltas alrededor de un pasado muerto y putrefacto. Las ikastolas han sido las cuchillas que han asesinado la esperanza de muchos jóvenes marcados con un estigma que les deja fuera de su propio futuro.
Mondragón, Oñate, Zubillaga, Legazpi, Vergara,… pueblos de España que odian España. En las calles se respira el miedo. Hoy el Deva baja de nuevo teñido de sangre.
Ardanza fue el primer alcalde de Mondragón. El propició la entrada y permanencia de Zubizarreta durante años en la alcaldía, que potenció la hegemonía de ETA en el municipio, a pesar de las últimas ilegalizaciones que siempre saben cómo esquivar. Las urnas son las únicas armas de los trabajadores humildes y honestos que no quieren abandonar su tierra. Hay un insensato que lidera un partido popular que ha prometido acabar con el problema. Primero tendrá que conocer el problema y saber por qué alguien (las malas lenguas dicen que no hablaba ni vasco ni español) ha ordenado el asesinato de alguien que ni siquiera conocía.
Yo creo en la esperanza, creo en personas como Patxi y otros muchos valientes que quieren cambiar ese mundo antes de sucumbir ante él. Así que de todo lo poco que viví y sentí entre el pueblo vasco, y como homenaje a Isaías me quedo con el enorme respeto por él, valiente como tantos otros compañeros y compañeras que han soportado este domingo la mirada inquisitoria y amenazante, llena de odio y venganza de sus propios vecinos vigilando cada una de las urnas para escoger a por quien van ahora.
Una familia destrozada. Una hija orgullosa de su padre, que representa la esperanza.
Un trabajador menos, un voto menos, pero tan sólo eso, no han conseguido nada más. Ni siquiera nuestro odio, tan sólo nuestro DESPRECIO.

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