martes, 5 de febrero de 2013

Siglo XXI - El fraude inesperado: de la inseguridad al miedo.

Lo que esperábamos
Todos aquellos que leíamos a Julio Verne de pequeños y a Isaac Asimov de adolescentes teníamos una visión del Siglo XXI muy distinta a la realidad que estamos viviendo cada día. Un siglo en el que se esperaba una madurez colectiva del ser humano, un paso adelante en el comportamiento social y en la búsqueda de los placeres del pensamiento y la libertad. Una elevación del ser humano hacia el amor, la paz y la libertad, en definitiva hacia la felicidad.
La percepción
Mi vida material es bastante espartana. Vivo de mi honesto trabajo durante años como profesor (ahora ya no) y como programador, profesiones muy castigadas en un país donde se premia la especulación, el trapicheo y el robo de guante blanco. ¿O no? A medida que pasa el tiempo observo a mi alrededor como una sensación de miedo y de inseguridad se apodera del entorno. Y comienzo a buscar las causas. No es difícil.
Las pruebas
Un secuestro legal
Tengo experiencias reales cercanas por las que tengo miedo a los policías de mi ciudad. Tenía un coche muy viejo, un Fiat Regata de 23 años aparcado delante de mi casa, bien aparcado. Un día volví de un viaje de cuatro días y ya no estaba. Llamé a la Policía y me dijeron que lo había retirado la Grúa Municipal. Cuando fuí a recogerlo me encontré con una multa de 800 € más otra cantidad de 100 € para retirarlo pagando el arrastre y el parking. Parece ser que tenía el último recibo del seguro devuelto por el banco y no me apercibi. Podían haberme avisado. Podían haberme puesto una multa más “normal”. Podían haber sido más “humanos”. Al final Hacienda me embargó 960 €. Yo, cada vez que veo un policía en mi ciudad, cruzo la acera, los evito, les tengo ¡miedo!, porque tengo miedo que me secuestren como hicieron con mi coche.
Cleptomanía o necesidad
Otro día volvía de Valladolid de trabajar y al llegar a León, bajé del autobús para ir al lavabo un momento. Hacía frío, pero dejé mi jersey en el asiento, un buen regalo de mi mujer al que tenía mucho cariño. Cuando subí a los cinco minutos ya no estaba. Ahora tengo miedo a dejar cualquier prenda en cualquier sitio, desconfío.
Espacios públicos inseguros: estación Sur
Una noche, después de trabajar más de doce horas seguidas en Madrid, me quedaban quince minutos libres en la Estación Sur de autobuses y como estaba sin comer, hambriento decidí ir a la cafetería y comer un bocadillo, uno de esos que tienes que coger con ambas manos. Tuve la osadía de posar mi maletín en el taburete (con un par de zapatos, una camisa, una corbata, un libro, el cargador de mi móvil,...). Fué increíble, en unos segundos el maletín se esfumó como por arte de magia. Desde entonces tengo miedo a permanecer quieto en la estación de autobuses, llego con el tiempo justo para coger el autobús e irme.
Los carriles bici "sobran"
Hace un par de meses fui atropellado por un monovolumen mientras circulaba con mi bicicleta por un carril bici. Ahora tengo mucho miedo de volver a utilizar una bicicleta. Cada vez que hablo con gente del lugar donde ocurrió todos dicen que ese carril bici ahí no tiene ningún sentido. Tengo mucho miedo de no comprenderlos.
Vecinos "chorizos"
Hoy he recibido un cargo de mi suscripción a Speak Up en el banco y no hay rastro del material en los buzones, otra vez vuelven a desaparecer las revistas de mi buzón. tengo miedo de suscribirme a cualquier material que reciba por correo.
La mala gestión de las energías
He visto hoy el recibo del gas y de la luz y no me lo puedo creer, tengo miedo de no poder pagarlo. Tengo miedo de quedarme sin energía eléctrica. Tengo miedo de pasar frío.
La morosidad: una enfermedad muy contagiosa
He visto la actitud de un porcentaje bastante serio de mis clientes a la hora de pagar los recibos y tengo miedo de no poder afrontar los gastos básicos. Tengo miedo de no poder seguir pagando la hipoteca, tengo miedo de no poder superarme cada día en una prueba casi diaria de fuego para vencer tantos y tantos obstáculos con los que me encuentro.
La violencia sexista
Estoy viendo un noticiario y escucho que seis mujeres españolas que estaban en Acapulco de vacaciones han sido violadas por un grupo de hombres armados. Esas mujeres tendrán miedo el resto de su vida.
La "justicia" apañada Hace unos días también dijeron en las noticias que han indultado a un kamikaze de autopista que mató a otro hombre. Tenemos “miedo” a la justicia y de paso tenemos miedo a circular por las autopistas.
Corruptos mentirosos
Escucho a personas muy importantes e influyentes contar mentiras y mentiras sólo con la finalidad de seguir apostillados en sus puestos enormemente recompensados. Tengo miedo de votar. Mi voto es como un cheque en blanco para autorizar a ciertas personas a masacrar la soberanía del pueblo, a destruir la democracia.
¡No! Aún se puede cambiar el final. Hay esperanza. Siempre la hay si todos queremos.
Voy por la calle y observo que nadie silba ni canturrea. Observo caras de miedo, sin sonrisas, rostros tensos. Expresiones de miedo a explotar. Se respira una tensión como la preliminar a una tormenta perfecta. Y tengo miedo de que esa tormenta estalle.