Advertencia inicial:
que nadie se sienta ni siquiera insinuado ni mencionado.
Alrededor veo personas que por jóvenes no son admitidas en el sistema productivo porque el sistema educativo no establece parámetros para aprovechar su potencial, todo lo contrario, se les exige “empollar” un montón de cosas que luego no son aplicables y a veces incluso se les obliga a adquirir conocimientos o incluso a no adquirirlos por ideas prefijadas relacionadas con estereotipos. En definitiva, existen muchos jóvenes que no encuentran la forma de aplicar su potencial y en muchos casos alargan su vida juvenil al cobijo de sus padres e incluso abuelos con ambiciones a veces puestas en oposiciones que se hacen imposibles.
Por otro lado la ambición de muchos es poder jubilarse cuanto antes. Así que a los cuarenta y tantos ya tenemos a gente en casa con las zapatillas, eso sí con una transferencia bancaria al mes asegurada que a veces supera incluso las expectativas de muchos.
También hay muchos astutos aprovechados que tomando algunos cafés con determinadas personas e invitando a comer a otras se han abierto paso en el mundo de la especulación, le han cogido el tranquillo y han hecho de ello una forma de vida.
Por otro lado tenemos a muchos que han fracasado en su profesión y se han refugiado en la política, los medios y entornos afines donde si eres obediente y conectas con un grupo de poder puedes llegar incluso a encontrarte con un despacho y una buena transferencia al mes e incluso puedes cobijar también a amigos y familia.
Así contado, con personas que comienzan a producir a los treinta y se retiran a los cincuenta podemos llegar a la conclusión de que la vida laboral de algunas personas podría ser de veinte años.
¿Si vive ochenta y solo produce durante veinte, de qué vive los otros sesenta años? Ya sé que puede parecer exagerado, pero nos sorprenderíamos al saber el número de personas que pueden cumplir estas condiciones.
Eso las personas que han tenido la ocasión de trabajar porque cada vez nos encontramos a más que no la “hincaron” en su vida y luego el grupo de los “refugiados” que antes se mencionaba.
Si este es el modelo productivo y se sustenta puede deberse a:
a) un milagro.
b) que los que trabajamos lo hacemos por el resto y que además somos muy productivos.
c)otras posibilidades
1.el sistema no se sustenta
2.todas las anteriores
¿Y quién tiene la culpa de todo esto? Pues todos nosotros, en mayor o menor medida todos somos responsables de nombrar doctor honoris a Mario Conde, de dejar que Villalonga se aprovechase de ser amigo del presidente, de que se privatizasen empresas como Ensidesa, Seat, Endesa, etc. que ahora están en manos de empresarios extranjeros, de que apareciesen figuras como Gil o “el Pozero”, de que un ministro dijese “si la gente compra pisos es que los puede pagar” mientras alimentase aquellos aumentos desmesurados del 20% anual en la subida de los precios, y no sigo porque la lista es interminable. Ahora, sólo basta recordar un poquito para saber dónde estamos y por qué.
Así que si alguien espera que esto se arregle solo porque algunos iluminados toman decisiones en Washington, Paris o Madrid lo tienen claro. La macroeconomía es el resultado de la actitud de millones de personas. Y cambiarla puede suponer décadas.
Corolario: Si aún no has trabajado nunca, ponte a ello, trabajo siempre hay, aunque quizás tengas que abandonar el despacho y cambiar los cafés de la mañana por el bocata de chorizo, y si llevas trabajando toda tu vida piensa que nada te va a resolver tu vida v la de los tuyos si no es el esfuerzo cotidiano, día a día, semana a semana, superando con esfuerzo cada mes, y así año tras año el resto de tu vida.
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