Los líderes
Es curioso observar cómo son tan
necesarias esas figuras y al mismo tiempo qué daño pueden ocasionar
a un colectivo entregado en cuerpo y alma a decisiones que no siempre
son las más favorables para ellos. Durante años he intentado
entender por qué un partido político con ideas colectivas no podía
tener un liderazgo colectivo hasta que por fin me di de baja como
afiliado y descansé al comprobar que el propio colectivo no quería
liderar, necesita a alguien en quien personificar el triunfo, el
fracaso y todos los demás hitos asociados. Viví el 15M con
intensidad desde el principio y cuando alguien dijo en Girona en el
Foro Impulsa “Se trata de una demostración de la inteligencia
colectiva” me sentí halagado y más identificado que nunca, pero a
medida que pasa el tiempo y el movimiento se extiende por todo el
mundo, se organiza y fortalece en la sombra me doy cuenta de que el
principal colectivo quizás no sea tan inteligente como para razonar
que el cambio pasa por que el colectivo sea el líder de los cambios,
es decir, generar un paso más en la evolución del ser humano, algo
demasiado atrevido por el momento, pero no descartable en un futuro
próximo.
Los perritos de las praderas
Así esta
introducción me lleva a una de mis primeras conclusiones: los
humanos somos muy parecidos a ciertos animales. En realidad no hemos
evolucionado tanto como creemos. Si tomamos como ejemplo una especie
que nos puede parecer tan insignificante como los perritos de las
praderas (Cynomys ludovicianus) observamos que estos roedores tienen
un comportamiento prácticamente idéntico al nuestro. Lo cierto es
que
- utilizan un sofisticado sistema de comunicación vocal (nuestros idiomas ¿no lo son?)
- tienen muy desarrolladas sus capacidades cognitivas (algunos humanos se escapan a esta similitud),
- hay dudas sobre si la llamada de alarma ante un depredador (los “mercados” por ejemplo) que utilizan es altruista o egoísta en el sentido de si la utilizan para ayudar a que los demás se protejan a sí mismos o tienen el propósito de causar confusión y pánico en los grupos y hacer que estos sean visibles también al depredador (muy similar al lenguaje utilizado por las agencias de calificación de riesgos).
- La expresión corporal más notoria de un perrito de las praderas es en la llamada territorial, lo que algunos han denominado el “jump-yip”, en posición totalmente vertical estira sus patas delanteras en el aire y hace que los demás hagan lo mismo (sin comentarios).
Liderar: la batalla por el poder
Se agrupan de forma territorial
(países, comunidades, ciudades,...) y se defienden todos juntos
cuando aparece un intruso. Generalmente los atacantes son jóvenes de
otros grupos que han alcanzado la madurez ( en los humanos a veces
estos “jóvenes” alcanzan su madurez a los 50, 60 o más) y que
quieren integrarse en nuevas familias (senado, congreso,...) por
llamarlo de alguna manera y pretenden en el momento oportuno liderar
esta nueva familia (portavoces, ministros,...). Es curioso cómo
actúan en grupo para escoger el líder.
Una semana antes de la decisiva
confrontación el candidato comienza su “campaña” (campañas
electorales, primarias, …) por la conquista del poder con el
grupo que quiere ganar. Esto requiere diplomacia, tacto,
inteligencia y perseverancia.
La táctica consiste en permanecer el
mayor tiempo dentro del grupo cortejado, ser discretos y no mostrar
temor. Tratan de actuar como si fueran parte del grupo. Intentan
hacer muchos amigos (algunos como Berlusconi incluso los compran...),
tratan de seducir a las hembras “solteras” (estoy hablando de los perritos de las praderas por si alguien me sugiere este comentario machista),...
Cuando el aspirante ya siente la
receptividad del grupo comienza a desafiar al líder a la lucha. Si
lo vence ya es aceptado y reconocido como nuevo líder para todo el
grupo.
Del análisis de estas experiencias
podemos identificar una serie de cualidades que debe tener un líder:
- capacidad de ganar concursos (elecciones)
- buenas habilidades de comunicación (si no, hay agencias de publicidad caras pero excelentes)
- capacidad de mando para mantener la cohesión
- capacidad de identificar amenazas, riesgos y oportunidades
El grupo seguirá al líder porque
creerá que éste les va a garantizar su seguridad con las decisiones
que tome. Y esto garantiza la continuidad de las especies.
Mi particular conclusión
Cada uno que saque su conclusión. Yo
prefiero pensar que ante la creciente escasez de auténticos líderes
el ser humano va a ser capaz de evolucionar hacia un estadio en que
se instrumentarán métodos más avanzados en que las decisiones las
tomemos todos de acuerdo con unos parámetros de seguridad que no
originen catástrofes como las actuales, basadas casi siempre en
decisiones de monigotes puestos a la cabeza de nuestros grupos que
obedecen fielmente las ordenes de nuestros depredadores más
peligrosos (los grupos de seres humanos ambiciosos y sin escrúpulos
que están originando con su poder la desesperación y el abandono de
los más débiles).
Los perritos de las ciudades se mueven
por madrigueras pero sus depredadores vuelan en jets. El espacio es
más difícil de controlar. Las madrigueras, por complejos que sean
los entramados siempre tienen unos orificios que se pueden cerrar.
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