miércoles, 30 de mayo de 2007

A LOS JÓVENES PASOTAS

Lo he podido comprobar a pie de urna, durante todo el día fueron desfilando mis vecinos por el colegio electoral. En la mañana, a primera hora ya desfilaban los más viejetes, que pueden dormir poco y ya se sabe, "al que madruga Dios le ayuda" como dicen ellos. Fuimos observando los "golpes de misa", y se agolpaban en la cola para votar. Ya traían todos el voto de casa, bien preparado. Algunos me miraban despectivamente cuando veían mis credenciales, pero no se atrevían a decir nada ante mi cortés sonrisa. En algunos momentos aparecían personas no tan mayores, entre los cincuenta y sesenta, y de vez en cuando algún joven que acompañaba a su familia. A la hora de la comida, nada, entre la Fórmula 1 y la digestión, apenas aparecía nadie por allí. Y yo pensaba... vendrán ahora, por la tarde, ya habrán dormido la mañana, habrán comido tranquilos y vendrán esas parejitas jóvenes con su hijos pequeños, los chavales que votan por primera vez ilusionados... ¡qué decepción! Fueron tan pocos que cada vez que entraba alguien joven en el colegio parecía iluminarse todo con un cierto respandlor de alegría. Hay jóvenes y ... jóvenes.
Malditos los jóvenes pasotas a quien no les importa nada. Ni su futuro ni el de sus hijos y mucho menos el de sus vecinos. Piensan que vivir en democracia es un derecho que ya tienen porque no han conocido otro estado. No saben que han muerto muchas peronas para conseguir esto. Que muchas personas, entre ellas antepasados suyos han sufrido vejaciones y torturas, aislamiento, marginación y hambre. Gracias a esas personas tenemos hoy lo que tenemos, pero todo se puede perder. Que nadie se llame a engaño. Hay muchos buitres a quien les gustaría cambiar las cosas, y de hecho en cierta manera en mi ciudad ya hace años que no mandan los ciudadanos, y se da la extraña circustancia de que tenemos voto pero no tenemos voz. Por algo se empieza. Las señales son negativas. En cuanto se baje del 50% de participación, y al paso que vamos lo conseguimos, entramos en un estado de peligro. Si no nos interesa la democracia, ¿qué nos interesa?
Esta vez lo he visto claramente, cuando fuí sacando las papeletas de la urna, a medida que llegábamos al fondo el voto era siempre conservador. Por encima andaban algunos progresistas, pero eran pocos, como camuflados entre la abrumadora decisión de los viejetes a quien no les interesa el tráfico, ni instalaciones deportivas, ni fibra óptica, ni el transporte integrado y ecológico, ni barato, porque para los viejetes de mi barrio todo está bien. Pueden ir a jugar a las cartas al Centro Social que lo tienen acaparado ellos y de vez en cuando hacen una excursión con bocadillo.
A mí y a mis vecinos nos han engañado. Hace cuatro años todo eran promesas. "Se iniciará urgentemente el desdoblamiento de Nicolás Soria una vez llegado a un acuerdo con RENFE...", "...el centro deportivo del Naranco será una referencia para toda la ciudad con un SPA de los más modernos de España...", bla, bla, bla,... hasta hoy.
Para colmo plantan el autobús en la plaza de Juan Pablo II, subo a él y pergunto: ¿Cuáles son vuestras propuestas para el barrio? Y me responde una chica de mala gana: "...bueno, pues se urbanizará esto y... si FEVE y RENFE se ponen de acuerdo harán lo de Nicolás Soria". Y punto, quedó de lo más satisfecha, me dió una bolsita por si viajo en avión y despachado.
Creo que los ciudadanos de esta ciudad hemos perdido una gran oportunidad. Sólo espero que no sea la última. Es difícil encontrar personas capacitadas, altamente cualificadas y con una gran experiencia gestora.
Es muy fácil encontrar bocazas que hacen el payaso, y que a golpe de cheques con dinero de los contribuyentes "solucionan" los problemas de hoy con las hipotecas del mañana.