domingo, 1 de julio de 2007

L.E.T.A.: Pequeña historia de una gran conquista.

El pasado día 28 de junio pasará a la historia como el gran día en que por fin, y con veinticinco años de retraso se reconoce legalmente la figura del trabajador o trabajadora autónomo/a en España. La Ley del Estatuto del Trabajo Autónomo es un gran logro y una promesa del actual gobierno, que parece ser por la realidad que no sólo cumple lo que promete sino que las leyes que propone son de las más vanguardistas de la nueva era europea en la que se comprueba con acciones como esta el liderazgo de España sobre todo en el aspecto social. Esta ley de la que se habla menos de lo que se debiera tuvo unos orígenes relacionados con Asturias. Un año antes de la primera reunión del Secretario General de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Sebastián Reyna, y el Presidente de la Federación Nacional de las Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) con el Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera el día 7 de junio del 2004, a las 11 horas, en la que se acuerda que comiencen los trabajos encaminados a la redacción del Estatuto del Trabajo Autónomo, ya se había empezado a trabajar en la inclusión de esta posibilidad en el programa electoral de las elecciones generales del 2004. En Asturias se redactó una parte importante del texto para el Congreso del PSOE por especialistas autónomos pertenecientes a UPTA-UGT Asturias que colaboraban también en la Sectorial de Emprendedores y Economía Social de la FSA (Federación Socialista Asturiana), uno de ellos y el que más aportó sin duda fue Ovidio Villa Balbona, que fue Decano del Colegio de Economistas y de los primeros creadores del movimiento sindical autónomo en Asturias.
Durante los años 2002 y 2003 fueron muy frecuentes los viajes a Asturias del entonces coordinador nacional de la Sectorial de Emprendedores y Economía Social del PSOE, Juan José Barrera Cerezal (a la izquierda de la foto con Julio Glez. Zapico), que hizo grandes aportaciones a todo el proceso inicial. En el 2004 fue nombrado Director General de Economía Social, del Trabajo Autónomo y del Fondo Social Europeo, cargo que desempeña actualmente con brillantez.
En Asturias, el trabajo que se estaba realizando desde la base daba sus frutos. El gobierno asturiano crea la primera Dirección General de Autónomos y Economía Social de España y nombra titular de la misma a Julio González Zapico (a la derecha en la foto con Juan José Barrera) que proviene del entorno sindical (UGT).
A nivel nacional, en el 2004, y con el viento a favor del gobierno socialista, UPTA, la versión sindical del asociacionismo de autónomos, y ATA, la versión más tradicional de pequeños empresarios asociados llegan al acuerdo de liderar el proceso de la LETA. Espera un camino difícil, lleno de contrariedades, ya que la CEOE no está dispuesta a mantenerse al margen y crea en marzo del 2004 CEAT (Federación Española de Autónomos), ya que con CEPYME(Pequeña y mediana Empresa) no podía representar intereses de autónomos. Esta organización, CEAT, simplemente figura como un lastre en las negociaciones con el gobierno ya que no aporta prácticamente nada, pero era la tercera “pata” necesaria para obtener una representatividad global del mundo autónomo.
El gobierno nombra una comisión de expertos, personas con gran experiencia en ámbitos legales relacionados con el mundo del trabajo y la empresa, que estudian los matices del primer borrador recibido de UPTA, organización que ha mantenido siempre el liderazgo en la L.E.T.A. y que ha ido buscando siempre el consenso de un mundo tan difícil y segmentado. No olvidemos que dentro de este “mundo autónomo” está la visión empresarial (por ejemplo de la FADE en Asturias) que ve al autónomo estrictamente como empresario, creador de empresas, y por otro lado está la visión laboral del autónomo como trabajador por cuenta propia, microempresario o también incluso trabajador por cuenta ajena en un mínimo del 75% (autónomos dependientes).
Los grandes empresarios se oponen a la L.E.T.A. desde un principio porque piensan que se les puede acabar el “chollo” actual de tener muchos miles de trabajadores en su negocio como autónomos (dependientes) sin tener que pagarles vacaciones, permisos de maternidad/paternidad, seguridad social, etc. Incluso el Partido Popular se mantiene escéptico e incluso en algunos lances un poco hostil a la L.E.T.A., pero en período preelectoral (primero las municipales y autonómicas y el año que viene las generales) ¿qué partido se atreve a excluirse más de 3 millones de votos directos?
Y así, en la recta final, en el año 2007 el empuje de personas como Sebastián Reyna (ver foto), omnipresente en todo el proceso, y de María José Landáburu secretaria ejecutiva de UPTA España y directora de la asesoría Jurídica, la única mujer que participó directamente en todo el proceso desde el principio, amén de otras muchas personas de distintos ámbitos y organizaciones han contribuido a que esta ley sea el pilar fundamental sobre el que asiente todo un proceso histórico de evolución en el que más de tres millones de personas en España puedan tener derechos legales como trabajadores, deuda saldada en un principio desde el día 28, pero que no queda ahí. A partir de ahora, ya sabemos y ya podemos sindicarnos los trabajadores y trabajadoras autónomos/as de España, y desde la razón y la lucha seguir con la convergencia hacia los derechos de los trabajadores por cuenta ajena.

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