domingo, 22 de junio de 2008

Modelo


Cuando un congreso extraordinario como el celebrado en Mieres este fin de semana por parte del PSOE en Asturias pasa desapercibido prácticamente para los medios de comunicación es, creo bajo mi modesta opinión, que representa un enorme triunfo tanto de los responsables de su organización como de los militantes participantes en él. Un congreso modelo. Un partido cohesionado debe trabajar por el bien de la sociedad y en silencio, sin hacer ruido. El sentido sublime de la política se erige en lo más alto cuando un conjunto de ciudadanos se entregan a un acto de servicio a la comunidad donde a modo de catarsis, cada una de las personas con sus reflexiones, vivencias y experiencias es capaz de aportar su grano de arena a un proyecto que aspira a participar activamente en la mejora de las condiciones de vida de todos.
Y en casi todas las organizaciones de personas existe una estructura en la que determinados miembros o miembras (esto va por Bibiana) asumen ciertas responsabilidades. Hoy, en el PSOE en Asturias, esas personas tienen un perfil de conjunto, de equipo, de unión en definitiva de intereses colectivos por encima de los personales. Personas accesibles que hoy están al servicio de su partido, de todos los militantes, y por tanto del conjunto de la sociedad.
Un partido que defiende y propone una ley de igualdad con hechos desde dentro como no podría ser de otra manera, (aunque en la lista elegida de delegados/as al congreso federal hay tres hombres más).
Todo esto parece una utopía, o quizás un esfuerzo de adulación. Cada uno que piense lo que quiera. También es cierto que en un colectivo tan amplio de personas, las hay que han caído en la tentación de hacer de la política su “status” de por vida. Es en ese justo momento cuando se desvirtúa ese sentido sublime de la política como acto de servicio altruista y abnegado de un ser humano (siempre en un espacio de tiempo de su vida más o menos largo) en que está dispuesto a emplear su tiempo y esfuerzo a favor de los intereses de los demás siempre por encima de los suyos propios. Y así se observa cómo determinadas personas, por miedo a perder su posición privilegiada, con todo lo que ello conlleva, defiende “su territorio” a uñas y dientes, si bien los que ya tienen experiencia en estas lides llegan a rodearse de un grupo de “esbirros” que se encargan de ese trabajo. Lo importante es que estas miserias no salgan fuera nunca de su contexto porque en cierto modo pertenecen a lo humano y un partido político debe estar formado por seres humanos por encima de todo.
Sin embargo existen partidos políticos donde últimamente estamos acostumbrados a ver disputas que salen de su contexto y se hacen públicas, tanto es así que los medios de comunicación conocedores de las apetencias morbosas de una gran parte de la población les sacan mucho provecho. Últimamente es el PP el que está preparando el gran circo romano que acaparará todos los medios de comunicación próximamente donde se va a debatir simplemente el cómo se reparten las parcelas unos y otros y quién se queda con las de secano y quién con las de regadío, porque en un partido donde ya todos viven de él (y nadie se escandaliza por ello) nadie queda fuera, si acaso le buscan o una presidencia en una fundación, multinacional, etc. o una simple concejalía dependiendo del nivel de poder adquirido en sus momentos álgidos.
Volvamos al modelo. Trabajo en equipo. Abnegación. Entrega. Humildad. Cooperación. Tolerancia, respeto y por supuesto…decencia.
Todos a una, como se puede apreciar en la foto. Ese es el modelo a seguir. Eso es lo que marca las diferencias, que son muchas, ya lo creo.

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