domingo, 9 de diciembre de 2007

PERDER TAMBIÉN ES POSIBLE


Hoy me desperté con el recuerdo de un sueño reciente. La pancarta que está al lado de mi casa decía “Perder también es posible”. Había a un lado un rostro con gafas y barba blanca, con una cara de buenazo que me conmovió. Sonó una música como celestial y entonces el personaje decía: “Si eso ocurre, gracias a todos vosotros, seremos la oposición constructiva que este país necesita. Crearemos y propondremos proyectos y leyes alternativas a aquellos y aquellas que no sean beneficiosas para los ciudadanos. Lucharemos contra la injusticia y la discriminación. Bajaremos los impuestos a todos los ciudadanos sin privatizar la sanidad, la educación, el agua, el aire,…. Intervendremos en aquellas ciudades donde las decisiones equivocadas de su alcalde cuestan millones de euros a sus ciudadanos y repararemos los errores. Haremos caso a los técnicos cuando haya que hundir un barco. No iremos alegremente a cualquier guerra en contra de la voluntad de la mayoría. No mentiremos por sistema, sólo cuando sea preciso. No usaremos el terrorismo como arma política. Seremos transparentes y rigurosos con nuestras proposiciones honestas y deshonestas. Crearemos un fondo económico social solidario para llegar a final de mes y lo presidirá la esperanza…de que funcione. Y así siguió hablando hasta que unas aves irrumpieron en el cielo con una estrella que se fundía con el personaje, y entre susurros todo se desvaneció, y creo que me volví a dormir de nuevo.
Cuando me asomé a la ventana ví una pancarta en la que aparecía escrito algo así como que este mes podía llegar al final gracias a alguien. Y me pregunté, ¿y ese que sabrá de llegar a final de mes?. Cuando todo es tan complejo, en una macroeconomía global que afecta a nuestra microeconomía cotidiana, donde lo imprevisible siempre está al acecho, donde el petróleo, el gas, la leche, el maíz, el uranio, las decisiones de unos pocos (algunos de ellos locos) pueden influir tanto en nuestra lucha diaria, alguien asegura que va a “salvarnos la vida” solo a cambio de una papeleta,… y yo me lo creo.

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