viernes, 28 de diciembre de 2007

Oviedo Trampa

Año tras año, vamos observando expectantes como los cambios urbanísticos en Oviedo van transformando esta ciudad en una gran trampa de la que a veces es difícil salir. Quizás para que sea efectivo eso de “Ven a Oviedo y sal si puedes” o por lo del hermanamiento con Tampa que es como lo pronunciaría un niño de dos años (la mentalidad que demuestran algunos de los que nos “planifican” la ciudad). Este pasado jueves 20 asistí estupefacto a un enorme atasco en la Avenida de los Monumentos, al cual pertenece la foto adjunta. Era por la tarde, sobre las cinco y cuarto, hora punta de colegios. Hay colegios como el de Las Ursulinas de los que salen de repente nueve o diez autobuses, de Las Teresianas también, un poco más adentro del barrio de Ciudad Naranco, el Loyola no aporta tantos pero hay muchos turismos en las calles adyacentes, como en el Auseva que tapona a veces San Pedro de Los Arcos. Esto ya no es nuevo, pero sí lo es el recorrido alternativo a la ya olvidada Ronda Norte en que se ha convertido la Avenida de los Monumentos. Este ha sido uno de los grandes errores de la planificación de esta ciudad, y ese error se pagará en los próximos años. De hecho ya se está pagando ahora.
Desde los barrios de Las Campas, La Florida, Vallobin e incluso de gente que viene desde San Claudio se intenta “atajar” la salida de Oviedo a través de Ciudad Naranco. A través de calles como Ramiro I o Peñasanta de Enol se busca el recorrido alternativo para acabar en Nicolás Soria o en Prados de la Fuente para conectar con la AS-II, y el recorrido inverso, por supuesto.
El otro día un vecino de Las Campas me comentó que se había comprado un todo terreno y estaba muy contento porque ahora era capaz de llegar a la autopista sin encontrar ni un semáforo, claro está, a través de caminos estrechos y llenos de barro algunas veces, pero le funciona. A través de una pequeña rampa conecta con una comarcal hasta San Lázaro de Paniceres, una vez allí, sube por otro camino (el del Bar La Trapa) hasta Ules, donde puede conectar con la carretera que va al Centro Asturiano y desde aquí baja hasta la Avenida de los Monumentos, y una vez que llega a la altura de la senda, baja hacia Prados de La Fuente, entra en la rotonda y ya está en la autopista. Me dijo también que está investigando otros recorridos alternativos por El Llano para atravesar el Naranco y llegar a Llanera, porque en horas punta se encuentra atasco en Prados de La Fuente. Y por el verano, puede utilizar una moto trial y ya tiene algunos atajos estudiados.
Así que, planificadores de la ciudad, escuchen las soluciones de los ciudadanos. Como ven, ya no es necesaria la Ronda Norte. Siempre hay al menos una solución a cada problema. Siempre hay recorridos alternativos, así que ciudadanos de Oviedo, echen imaginación a sus problemas cotidianos de transporte. Por ejemplo, si quiere llegar al Cristo sin problemas y sopla viento del norte, súbase (en el futuro) a una de esas tres grandes torres con su parapente y en unos minutos estará en su destino, sin colas, sin esperas, sin costes, bueno, algo habrá que pagar por subir a la torre, seguro.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Polibasura

Son capaces de aliarse con el mismo demonio con tal de derribar al contrario, aunque en tal envite se lleven por delante a muchos seres inocentes. Son los nuevos terroristas, especialistas en la mentira y el acoso. La ley les permite casi todo: mentir, insultar, despreciar,... Ellos se creen los protagonistas de nuestro mundo pero no son más que marionetas de su propia desgracia. Han conseguido la apatía de casi todos. La política, hubo un tiempo que era un arte y los políticos auténticas figuras respetadas y queridas.
Hoy, hablas con la gente y la mayoría les asigna atributos escalofriantes. No es para menos. Enciendes la radio y escuchas a un señor de la costa decir las más grandes mentiras con una elegancia y seguridad que casi te las crees. Paras en un semáforo y enfrente ya tienes una pancarta enorme de un personaje que te va a salvar la vida, y eso a unos meses de las elecciones aún. Llegas a casa y pones la tele y las noticias dicen que un cacique ausente ordena un desalojo, algo así como un político cuyo mayor esfuerzo como tal fue subirse a un escenario medio disfrazado y convencer a la gente para que le votase, como siempre.
Creo que este nuevo siglo que hemos comenzado va a pasar a la historia como el siglo de la basura. Hemos realizado muchos inventos como la telebasura, los contratos basura, las hipotecas basura, la política basura o “polibasura” como la acabo de bautizar. Nunca nos habíamos preocupado tanto de la basura. Se hacen excursiones a centros de tratamiento de basura y de reciclaje. Los chinos nos compran auténticos cargueros llenos de basura para fabricar con ella numerosos artículos basura que luego nos venden a un precio basura para aplacar nuestra desmedida ansia consumista.
La política no podía ser menos y también ha claudicado. Yo no sé muy bien cuándo empezó realmente el proceso. Quizás con el “¡váyase Sr. González!”, o con el GAL, o con el 11M, pero lo que está claro es que ha calado profundamente y ha llegado a todos los niveles. Los políticos de izquierdas pactan con los de derechas y estos pactan si hace falta hasta con sindicatos de siempre enemigos. Lo importante es vengarse si no te pagan lo que crees que te deben. Y en esos palos al aire te cargas el futuro de una comunidad, el prestigio de un país o lo que haga falta, porque lo primero eres tú, como político, después los becerros que te siguen, luego tu partido y en último lugar los ciudadanos; esos, una vez que te votan o no te votan pasan a mejor vida hasta las próximas elecciones.
Pero el mayor problema es lo que estoy oyendo casi continuamente a mucha gente: “los políticos son todos iguales, unos xxxxx xx xxxx”, lo prometen todo y luego cuando están arriba sufren amnesia.
Yo creo que esa afirmación es producto de la ignorancia. En este país ya somos mayorcitos para saber discriminar y reconocer a los políticos que lo hacen bien y a los que encajan más con la basura. Así que nuestra obligación como ciudadanos es informarnos bien, saber discriminar quién nos engaña y castigarle con la negación del voto, pero debemos apreciar y premiar la buena labor de aquellos que lo hacen con rigor y asignarles su voto, y si no estamos seguros de nada, pues votamos en blanco, pero lo peor que le puede pasar a un sistema democrático es que los ciudadanos no vayan a votar, porque eso es un claro indicio de que nos encontramos ante el fenómeno de los ciudadanos basura, y cuando estos superen el 50%, nos encontramos ante el peligro de muerte de todo un sistema que nos ha costado sudor, sangre y muchas lágrimas conseguir.

domingo, 9 de diciembre de 2007

PERDER TAMBIÉN ES POSIBLE


Hoy me desperté con el recuerdo de un sueño reciente. La pancarta que está al lado de mi casa decía “Perder también es posible”. Había a un lado un rostro con gafas y barba blanca, con una cara de buenazo que me conmovió. Sonó una música como celestial y entonces el personaje decía: “Si eso ocurre, gracias a todos vosotros, seremos la oposición constructiva que este país necesita. Crearemos y propondremos proyectos y leyes alternativas a aquellos y aquellas que no sean beneficiosas para los ciudadanos. Lucharemos contra la injusticia y la discriminación. Bajaremos los impuestos a todos los ciudadanos sin privatizar la sanidad, la educación, el agua, el aire,…. Intervendremos en aquellas ciudades donde las decisiones equivocadas de su alcalde cuestan millones de euros a sus ciudadanos y repararemos los errores. Haremos caso a los técnicos cuando haya que hundir un barco. No iremos alegremente a cualquier guerra en contra de la voluntad de la mayoría. No mentiremos por sistema, sólo cuando sea preciso. No usaremos el terrorismo como arma política. Seremos transparentes y rigurosos con nuestras proposiciones honestas y deshonestas. Crearemos un fondo económico social solidario para llegar a final de mes y lo presidirá la esperanza…de que funcione. Y así siguió hablando hasta que unas aves irrumpieron en el cielo con una estrella que se fundía con el personaje, y entre susurros todo se desvaneció, y creo que me volví a dormir de nuevo.
Cuando me asomé a la ventana ví una pancarta en la que aparecía escrito algo así como que este mes podía llegar al final gracias a alguien. Y me pregunté, ¿y ese que sabrá de llegar a final de mes?. Cuando todo es tan complejo, en una macroeconomía global que afecta a nuestra microeconomía cotidiana, donde lo imprevisible siempre está al acecho, donde el petróleo, el gas, la leche, el maíz, el uranio, las decisiones de unos pocos (algunos de ellos locos) pueden influir tanto en nuestra lucha diaria, alguien asegura que va a “salvarnos la vida” solo a cambio de una papeleta,… y yo me lo creo.

EL CIRCO GLOBAL Y LA POLÍTICA INVERSA

En los últimos años la política se ha convertido en un circo global que todo lo atrapa. Antes el circo llegaba a la ciudad, cada cuatro años, y luego se iba. Ahora permanece para siempre. Antes, los payasos hacían reír a niños y a mayores. Ahora nos hacen llorar a todos. Imaginemos a un payaso de ese circo que nos cuenta un chiste en el que nos dice que eliminan ciertos impuestos de los ricos y “reducen” los de los pobres. ¿A quién le hace gracia? Sólo a los que están en la primera fila, que han pagado las entradas más caras y que no tendrán problemas para pagar también la educación, la sanidad,… Generalmente eran un payaso “tonto” y uno “listo”. El listo va y dice:
- “A ver, vamos a sacar a una persona del público, usted señora. ¿Usted trabaja, señora?
- No. La verdad es que no estoy preparada para nada.
- Pues a partir de ahora QUIERO que usted sea una mujer autónoma, independiente. QUIERO una mujer moderna, del siglo XXI, bla, bla, bla,…
Y el pasayo tonto dice:
- Eso, eso, A lo mojó puede aprender algo. Diga conmigo: ZP es tonto.
Y la señora responde, casi llorando:
- A mí me dijeron cuando era una niña que tenía que casarme para servir a mi marido y tener hijos. Y eso es lo único que sé hacer, y lo hago muy bien, y soy feliz, y no quiero trabajar porque ya trabajo bastante en casa.
Y cuando se van los payasos, salen las fieras. Para que no muerdan a alguien, sobre todo si hay algún ministro entre el público, ya les han dado previamente un buen bocadillo y les han metido unas cuantas horas de autobús en el cuerpo para que estén un poco mareados. Y el domador, látigo en mano:
- ¡Más fuerte, no se oye: ZP es un terrorista!. Venga, que el que lo grite más fuerte tiene premio (posiblemente un puesto de eurodiputado).
Mientras tanto por entre el público unas señoritas venden rifas.
-Señorita, deme una, ¿Cuánto cuesta?
- Baratita, un euro.
- ¿Y qué se rifa?
- El primer premio es ir el número dos en la lista.
- Ah, esto…, deje que no tengo suelto.

Es responsabilidad de todos el volver a elevar la política a su rango. La política es el proceso y actividad orientada, ideológicamente, a la toma de decisiones de un grupo para la consecución de unos objetivos. La ciencia política estudia dicha conducta, mientras quienes desempeñan actividades de esta índole se denominan políticos. Con la política sucede lo mismo que con el periodismo. Es lamentable ver en programas de televisión a personajes que se autodenominan periodistas sólo porque llevan un bolígrafo y un papel, y su éxito consiste en que hablan más alto que el resto y dicen estupideces más grandes.
Así que todos los ciudadanos somos los responsables de esta degeneración, porque no somos capaces ya de distinguir a los auténticos periodistas, y a los auténticos políticos. Y cuando aparece un individuo diciendo “todos los políticos son unos sinvergüenzas”, el auténtico político se pone a trabajar para elevar el nivel de educación del pueblo al que representa, mientras que el falso político dice:
- Eso, eso, sobre todo ZP.
Y es que “a río revuelto…”