miércoles, 23 de enero de 2008

Listas sangrientas

Cuando se acercan unas elecciones los partidos políticos sufren el fenómeno más problemático y doloroso: las listas. Y siempre corre la sangre. Algunos libran verdaderas luchas a muerte por entrar en la lista cuando tienen que batirse en la arena y sólo uno puede quedar vivo, como en un circo romano. Hay líderes que no quieren tener detrás a nadie que les haga sombra así que reclutan a incapaces que digan y hagan todo lo que ellos quieran, son los perros pastores; están bien alimentados, son fieles y obedientes y no dudan en eliminar a una oveja si se pone valiente.

Para otros las listas son como la lotería de Navidad. No te la esperabas.

-“Pero fulanito, si ni siquiera estoy afiliado al partido…”.

-“No te preocupes, te afilias mañana y ya está.”

-“¿Y qué dirán los demás?”

-“ Tú eres mi fichaje y nadie dirá nada, al menos delante de mí.”

-“Pero si yo no sé nada de política…”

-“No te preocupes. Menganito te pasará el guión de lo que tienes que hacer y decir. Eso sí, justo unos días antes de las elecciones tendrás que besar a viejecitas, estrechar la mano a mucha gente, sonreír a todos y en especial a los niños, hacerte el sordo cuando te insulten, prometer todo lo que te pidan, etc.”, pero sólo son unos días y luego cuatro años a descansar.”

Además de las batallas personales están las batallas en equipo donde los grupos de poder se enfrentan unos a otros para conquistar más puestos y mejores en las listas. Nadie descansa. Los teléfonos están al rojo. Los líderes no pueden hacer nada tranquilos. Estén donde estén y lo que estén haciendo tienen que descolgar porque si no pueden producirse verdaderas catástrofes para él y para su equipo.

Pero todo esto forma parte de nuestra idiosincrasia. No sólo sucede en los partidos políticos, también sucede en los partidos…de fútbol. Y si no observe aquel papi empresario, por ejemplo, que patrocina el equipo de infantiles X y que quiere que su hijo sea delantero centro. Así que en las listas también hay algunos nombres de gente que tiene papis y papinos.

Y mientras, en el foro, mucha gente grita y se “divierte”. Puede que algún día se pague por ello, como otro espectáculo cualquiera de los que hoy divierten y entretienen, donde se cambie el balón por la palabra.

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