domingo, 29 de junio de 2008

"YO quiero..."

Cuando un personaje se erige como líder de una fuerza política se supone que está representando a todo el grupo de personas, a veces miles que la sustentan con su trabajo más o menos esporádico, con sus cuotas, con su pasión, ilusión,… por tanto qué menos que hablar en nombre de dichas personas. Considero que es un profundo desprecio olvidarse de esas miles de personas que te sustentan en ese álgido punto de la sociedad.
Por ello, cuando oigo a Mariano Rajoy comenzar cualquier frase con la palabra “yo” se me pone la carne de gallina pensando que algún día este país vuelva a retroceder a la autarquía más absoluta de la mano de un egocentrismo exacerbado de alguien que no está capacitado ni para enterarse de que la población española ha evolucionado en estos últimos años y ya no queremos un “pastor”. No somos “ovejas”. Queremos a un conjunto de personas que en equipo se ocupen de representarnos en el mundo y sean capaces de gestionar nuestros recursos teniendo en cuenta no sólo nuestra voluntad sino también nuestros intereses colectivos como personas involucradas en una nación compuesta de diversos pueblos proyectados en una organización supranacional que es Europa.
Todo un congreso simplemente para escuchar el “yo quiero…”, “yo pienso…”, “yo puedo…”, erre que erre con el mismo error hasta la saciedad. Movilizar a tanta gente, tantos recursos para qué.
No sabemos nada sobre la postura del partido ante el cambio climático, cuál va a ser su política, ni ante la necesidad de buscar nuevos modelos productivos, ni sabemos nada sobre su postura de mayor o menor implicación en la Industria del Conocimiento, o si está o no a favor del software libre, o multitud de aspectos que a todos los ciudadanos nos preocupan sobre economía, desarrollo, inmigración, formación, etc.
Simplemente sabemos que los que intentaron decir lo que pensaban han sido castigados y muchos de los obedientes han sido premiados, y que como siempre, ha habido letra pequeña, manipulación y todo lo necesario para conseguir que un partido que debería evolucionar siga estancado en un modelo personalista cuyo mejor resultado es que últimamente siempre pierden “por la mínima”, aunque a mi me parece que un millón de votos es bastante elocuente.
Hace unos meses, concretamente el 6 de Marzo de 2008, una entrevista que publicó “El Mundo” reflejaba de alguna manera el pensamiento de este ser egocéntrico aferrado a su “divina misión” de ser presidente de un país que no lo quiere.
A continuación muestro una reproducción literal de algunas frases en las que el YO resulta aplastante.

(Articulo el El mundo, del 6 de Marzo de 2008)

“YO soy partidario de que todo el suelo sea urbanizable y que las limitaciones para la edificación vengan impuestas por el respeto al medio ambiente y a la ordenación del territorio.
Mire, YO hoy soy referencia para mucha gente que no tiene a nadie en su vida que pueda defender lo que piensa y sus intereses.
Y a esa gente que no tiene voz, YO la voy a representar hasta el límite de mis fuerzas.

YO he tenido que defender la nación de ciudadanos libres e iguales que es España frente a un presidente de Gobierno que es incapaz de tener una idea de su país.
YO creo que no se debe negociar de política con una organización terrorista.
YO estoy a favor de la inmigración.
YO estoy de acuerdo en que España es un estado aconfesional.
YO tengo un teléfono móvil y lo único que he hecho es llamar por teléfono.
YO he hablado de una niña.
YO quiero una niña que pueda ir a la guardería, a un buen colegio, que tenga una buena educación, que sepa idiomas, que consiga un buen empleo porque está bien formada, que compre una vivienda, que haga una familia y que sus hijos sean mejor que ella y que dentro de muchos años tenga una buena pensión.
YO quiero ser el presidente del Gobierno de todos.”


Después de leer todo esto, YO (perdón, ya me estoy contagiando) no seguiría pagando las cuotas del partido, pediría que me las pagase él, por lo menos una pequeña compensación económica por avalarle en un proceso democrático que me exige un enorme esfuerzo de tolerancia.
Por favor, que nadie más se contagie. En Oviedo sufrimos el modelo del YO desde hace años y los ciudadanos tenemos que pagar mucho más que una cuota de partido.
Salud, señor Rajoy, y mucha suerte que le va a hacer falta más que suerte, un milagro para conseguir su “divina misión”.

domingo, 22 de junio de 2008

Fin de curso Diseño de Webs Interactivas


Ha terminado el curso “Diseño de Webs interactivas” en el que Luis Miguel Cuende de Yestilo, contratado por IFES a través de un programa de formación para trabajadores del Fondo social europeo ha impartido durante 90 horas materias relacionadas con el entorno PMA (PHP, MySql, Apache) orientado al desarrollo de webs 2.0. Los alumnos y alumnas del curso se han esforzado en todo momento por aprovechar los contenidos que de forma práctica se han plasmado en webs reales que han sido colgadas en un servidor externo real.
Se trabajó sobre todo en técnicas CSS y en la elaboración mediante PHP de programación orientada a webs dinámicas.

Modelo


Cuando un congreso extraordinario como el celebrado en Mieres este fin de semana por parte del PSOE en Asturias pasa desapercibido prácticamente para los medios de comunicación es, creo bajo mi modesta opinión, que representa un enorme triunfo tanto de los responsables de su organización como de los militantes participantes en él. Un congreso modelo. Un partido cohesionado debe trabajar por el bien de la sociedad y en silencio, sin hacer ruido. El sentido sublime de la política se erige en lo más alto cuando un conjunto de ciudadanos se entregan a un acto de servicio a la comunidad donde a modo de catarsis, cada una de las personas con sus reflexiones, vivencias y experiencias es capaz de aportar su grano de arena a un proyecto que aspira a participar activamente en la mejora de las condiciones de vida de todos.
Y en casi todas las organizaciones de personas existe una estructura en la que determinados miembros o miembras (esto va por Bibiana) asumen ciertas responsabilidades. Hoy, en el PSOE en Asturias, esas personas tienen un perfil de conjunto, de equipo, de unión en definitiva de intereses colectivos por encima de los personales. Personas accesibles que hoy están al servicio de su partido, de todos los militantes, y por tanto del conjunto de la sociedad.
Un partido que defiende y propone una ley de igualdad con hechos desde dentro como no podría ser de otra manera, (aunque en la lista elegida de delegados/as al congreso federal hay tres hombres más).
Todo esto parece una utopía, o quizás un esfuerzo de adulación. Cada uno que piense lo que quiera. También es cierto que en un colectivo tan amplio de personas, las hay que han caído en la tentación de hacer de la política su “status” de por vida. Es en ese justo momento cuando se desvirtúa ese sentido sublime de la política como acto de servicio altruista y abnegado de un ser humano (siempre en un espacio de tiempo de su vida más o menos largo) en que está dispuesto a emplear su tiempo y esfuerzo a favor de los intereses de los demás siempre por encima de los suyos propios. Y así se observa cómo determinadas personas, por miedo a perder su posición privilegiada, con todo lo que ello conlleva, defiende “su territorio” a uñas y dientes, si bien los que ya tienen experiencia en estas lides llegan a rodearse de un grupo de “esbirros” que se encargan de ese trabajo. Lo importante es que estas miserias no salgan fuera nunca de su contexto porque en cierto modo pertenecen a lo humano y un partido político debe estar formado por seres humanos por encima de todo.
Sin embargo existen partidos políticos donde últimamente estamos acostumbrados a ver disputas que salen de su contexto y se hacen públicas, tanto es así que los medios de comunicación conocedores de las apetencias morbosas de una gran parte de la población les sacan mucho provecho. Últimamente es el PP el que está preparando el gran circo romano que acaparará todos los medios de comunicación próximamente donde se va a debatir simplemente el cómo se reparten las parcelas unos y otros y quién se queda con las de secano y quién con las de regadío, porque en un partido donde ya todos viven de él (y nadie se escandaliza por ello) nadie queda fuera, si acaso le buscan o una presidencia en una fundación, multinacional, etc. o una simple concejalía dependiendo del nivel de poder adquirido en sus momentos álgidos.
Volvamos al modelo. Trabajo en equipo. Abnegación. Entrega. Humildad. Cooperación. Tolerancia, respeto y por supuesto…decencia.
Todos a una, como se puede apreciar en la foto. Ese es el modelo a seguir. Eso es lo que marca las diferencias, que son muchas, ya lo creo.

lunes, 2 de junio de 2008

La estrategia del salto

A pesar de los cambios ocurridos en nuestra sociedad durante los últimos años aún tenemos muchos dirigentes en empresas y organizaciones de todo tipo que utilizan esta estrategia. Consiste en ampararse en saltos estacionales y de otro tipo (como fiestas religiosas) regulado y asumido por todos para aplazar decisiones, eventos, inversiones,…
Si observamos el calendario, vemos qué fácil es utilizar esta estrategia en nuestro país. Ahora estamos en Mayo, primavera, pero en Junio entra el verano, total dentro de un mes y mucha gente está pensando en las vacaciones soñadas durante todo el año para las que habrá ahorrado o más bien se tendrá que empeñar para pagar durante el próximo. Así que prácticamente podemos aguantar un mes y ya estamos en un estado semivacío de contenidos y de acciones que entra en un cierto letargo hasta Septiembre. Entonces comienza el curso escolar. Además aún hay muchas fiestas que dan un respiro, así que prácticamente es otro casi no efectivo. Llegamos a Octubre. Es un mes largo. Hay que aguantar. Aquí es más difícil, es donde hay que agudizar el ingenio para inventarse algo que distraiga. En Noviembre nos apuntamos a la fiesta religiosa del día 1 que proporciona a veces un buen puente, pero si hay mala suerte y cae en sábado, la fastidiamos. Pero en Noviembre ya tenemos a las grandes cadenas comerciales como aliados que a primeros de mes ya comienzan su agresiva campaña de Navidad con lo que comenzamos con la estrategia de una gran fiesta religiosa que se basa sobre todo en unir a la familia o lo que quede de ella y en gastar todo lo que podamos y también lo que no podamos, pero el año que viene ya veremos.
Total que si aguantamos hasta Diciembre, ya tenemos un logro porque a primeros ya tenemos El primer puente y luego las largas vacaciones de Navidad.
Cuando empezamos Enero ya podemos mirar hacia las fiestas de Carnaval, las primeras paganas, y enseguida (depende de la luna) la semana santa, otras fiestas religiosas que nos vienen muy bien.
Y ya estamos de nuevo en el ciclo pensando en el verano.
En la actualidad hay decisiones en organismos que se van retrasando incluso a veces hasta tres o cuatro años. Vemos claramente esa estrategia en organismos como un ayuntamiento del que yo hablo a veces y ya me gustaría hablar menos. En Vetusta vemos como proyectos de polideportivos, parques, etc. van alargándose de salto en salto hasta que incluso sirve de programa electoral para hasta ¡3 veces!, o incluso siempre. En Ciudad Naranco por ejemplo, estamos muy acostumbrados a oír hablar de lo mismo y de cómo en La Nueva España presentan obras que se van a iniciar, y ese mismo artículo se presenta en tres o cuatro “saltos” al año.
Pero esta estrategia se utiliza en otros muchos sitios. Hay puestos que no se cubran porque hay que esperar a un congreso (por ejemplo en un partido), o hasta un nuevo curso (por ejemplo en la universidad), o hasta otro evento que marque un nuevo ciclo.
En las empresas tecnológicas, hace años se esperaba al SIMO en España, o a Hannover, o a otras ferias importantes para lanzar algunos nuevos productos. Hoy día eso es impensable. La realidad cotidiana impone una velocidad muy distinta a la que existía en patrones anteriores que hoy ya no vale.
Una organización cuyos dirigentes todavía en el siglo XXI utilicen esta estrategia está abocada al fracaso. Ahora el tiempo es la variable quizás más importante. Le velocidad de proceso de la información debe estar a la altura de las circunstancias y por tanto la velocidad en el proceso de decisiones, que al fin y al cabo es a la que está al servicio la anterior.
Yo, por mi parte, cambio el chip y me apunto a la modernidad. Saltos para avanzar sí. Saltos para ralentizar, no.