domingo, 22 de mayo de 2011

22M Noche de máscaras: todos ganan, TODOS perdemos


Una vez más se representa la pantomima. Conectarán con las sedes de los partidos mayoritarios o mejor, recogerán su señal, no sea que haya alguna toma falsa o micrófono abierto que desvele la realidad de sus interiores menos conocidos.
Una vez más todos dirán que han ganado. Ya tienen varios panfletos preparados según los resultados. Esta vez posiblemente haya alguno que tenga incluso más de cuatro declaraciones.
Y TODOS nosotros, los ciudadanos volveremos a perder representatividad porque incluso si se diese la casualidad, que seguro que se da en muchos casos que los elegidos son los más adecuados, se tendrán que someter a un sistema donde las órdenes les pueden llegar de muchos kilómetros de distancia para hacer no lo que creen más conveniente, o lo que nos han prometido, sino lo que les ordenen. Porque en el sistema actual la política de muchos ayuntamientos y comunidades no está dirigida desde las propias instituciones sino desde los partidos, y en definitiva por los poderes económicos que les tienen hipotecados.
Hemos llegado a un sistema donde los ciudadanos depositan un voto y sus representantes tienen cuatro años para explotar ese voto en su beneficio, con prácticamente total impunidad, porque si no, cómo se explica que haya más de 700 imputados en causas judiciales que puedan presentarse a unas elecciones totalmente desprestigiadas no sólo por ellos sino porque la clase política ha tocado fondo y no ha sabido reaccionar nada más que con cinismo y cobardía a un hecho histórico que les ha relevado a una posición aún más secundaria y vergonzosa.
Desde los movimientos ciudadanos que se han producido hasta ahora y desde todos los que se producirán como consecuencia de la violenta provocación de esta inmerecida clase política, les estamos dando una información de lujo, en clave de armonía y paz para que ellos, que tienen los instrumentos, nos dejen cambiar lo que está mal, incompleto y se pueda mejorar.
- Nos estamos ofreciendo ser sus compañeros en la difícil misión de organizar y distribuir mejor nuestros recursos, nuestros derechos y obligaciones.
- Nos estamos comprometiendo para ser corresponsables no sólo de sus éxitos sino también de sus errores.
- Nos estamos sacrificando para que la paz y la palabra sigan siendo nuestras principales armas como sociedad madura.
- Nos estamos apretando los dientes y conteniendo nuestras manos ante nuestra creciente indignación.
- Nos hemos callado durante mucho tiempo en un ejercicio de paciencia y resignación que ya no tienen sentido en espera de alguna señal que nunca se ha producido.

- Queremos reinventar nuestra democracia porque esta ya no funciona, sólo beneficia a unos pocos. Un voto cada cuatro años es una miseria de participación para un pueblo tan preparado y maduro como el nuestro.
- Queremos que los jóvenes sean auténticos protagonistas en la construcción de su futuro y no simples elementos pasivos con los que hemos dejado comerciar a los grandes empresarios.
Esta noche TODOS nosotros, los ciudadanos volveremos a perder, como siempre, pero muchos de vosotros, los que estáis expectantes ante los resultados para saber si tenéis posibilidades de volver a calentar vuestro confortable sillón o incluso si podéis conseguir uno nuevo, sabed que también perdéis, porque algún día también estaréis del lado de los indignados, al fin y al cabo, vuestros amigos poderosos nunca tienen piedad con nadie.
Cada uno de los representantes elegidos ahora tiene la importante misión de sintonizar con los ciudadanos y facilitarles en la medida de sus posibilidades herramientas para ir incorporando en nuestra sociedad un elemento tan importante como necesario: la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA.

sábado, 21 de mayo de 2011

15M: crónica de un activista atípico


15 de Mayo, fecha para el inicio de una etapa de esperanza
Después del día 15 de mayo ya nada es igual. El protagonismo de la democracia vuelve al pueblo. Da igual quién gane en tu ayuntamiento o en tu comunidad. Todos estamos de acuerdo que en el sistema actual esas personas ya no nos representan. Pueden tener muchos votos pero no tienen nuestra confianza.
Y llegados a este punto el gobierno central se enfrenta a un hito histórico. Tiene que incorporar las modificaciones adecuadas para que el sistema comience a abrirse a la participación ciudadana en la política del país, tanto a nivel nacional como autonómico y local. Hay algo importante, el mensaje de la ciudadanía es muy claro: se llama DEMOCRACIA PARTICIPATIVA, aunque el movimiento tenga un nombre  (Democracia real ya!) más entendible por una inmensa mayoría que posiblemente no se le ocurra ir a la wikipedia a buscar información. Y ese mensaje está escrito en mayúsculas y se está transmitiendo dulcemente, sin violencia porque la crispación es posiblemente el detonante de la siguiente etapa. Ahora sólo estamos en la introducción.

La cruda situación actual de la democracia
Y ese enorme reto le llega en un momento en que  no existe democracia participativa en ningún estamento, ni partidos políticos, ni sindicatos, ni siquiera ONGs. El sistema actual en todas partes es que alguien tiene el poder para determinar y negociar quién va en la lista y quién la va a encabezar y si van a admitir más de una lista, que generalmente y curiosamente no suele darse esa opción porque antes ya se toman las medidas adecuadas.
Es un sistema de coacción, donde se valora mucho más tu docilidad que tu honestidad y tu valía. El sistema necesita borregos que se dejen degollar si hace falta en cualquier momento o rebajen su dignidad a lo mas bajo con tal de mantener su posición y la de sus familares y amigos ya instalados en el sistema. Y en ese sistema jerárquico en forma de raíz el que está arriba suele depender de otro sistema en forma de raíz y así si seguimos subiendo por esta especie de planta gigante, cuando asomas a la luz no ves el cielo,  ves un hombre (generalmente son de género masculino) que ha llegado a acumular tanto poder y tanto dinero de ese sistema que no sabe ni siquiera qué hacer con ello.
Los ciudadanos nos enfrentamos a una cruda realidad, hemos tenido un sueño, nos ha parecido tan real que aún se encuentran nuestros ojos húmedos de le emoción, pero el despertador está ahí para avisarnos de que un día más tendremos que madrugar, coger el metro o el autobús, llegar a tiempo a nuestro destino si es que lo tenemos  y someter nuestra realidad a un poder al que le hemos dado demasiada ventaja tanto en recursos como en tiempo.
Es posible que mientras viajemos en el metro o en el autobús cerremos un momento los ojos y volvamos a recrearnos con esas imágenes tan emocionantes, nuestras manos levantadas gritando, bailando, todos juntos en paz y con alegría y una sonrisa dibujada en nuestro rostro alarmará a nuestro compañero de enfrente: creerá que estamos locos.

Los medios: el instrumento certero y letal
Dentro del sistema que conocemos, el principal arma y más letal son los medios de comunicación, todos en manos de alguno de esos “señores de la guerra del capital”. Ya están maquinando formas de destruir el movimiento. Si éste es un éxito habrá personas que habrán colaborado más que otras en las acampadas. Hay que juntarlos, premiarlos, reconocerlos públicamente el éxito. Querrán un representante de cada ciudad con el escudo de su ciudad o simplemente el nombre, una especie de selección de acampados. Como algunos de ellos no tendrán recursos les pagarán las dietas y viajes a Madrid, a Bruselas, a donde haga falta. Ahí les agasajarán y les harán famosos: reportajes en la televisión, en la prensa, entrevistas en la radio, ofertas de trabajo muy apetitosas,...y caerán en el sistema porque no sólo son humanos, sino que han sido educados para que se entreguen al primer intento. El sistema educativo actual está basado en la competencia personal donde lo colectivo suele reducirse a una foto anual de recuerdo. Ahí está el problema de fondo de nuestro fracaso.

Una de mis experiencias
Una periodista me preguntaba ayer en La Escandalera (plaza de la acampada en Oviedo) mientras entregaba el manifiesto a los viandantes: “Y a partir del lunes, ¿vais a convertiros en un partido político?”
- No. Eso es imposible. Este movimiento es ajerárquico donde la aportación de los miles de personas que lo hacemos posible es en forma anónima. En cuanto haya una jerarquía esta plataforma se acabará autodestruyendo por la lucha de poder y en caso de que sobreviva tendrá los mismos defectos que los partidos a los que ahora criticamos (se me vino a la mente una exposición desafortunada  que hice en la asamblea nocturna del pasado miércoles en que nombré la palabra “partido” y se me echaron todos como buitres, claro que después de unas horas de velada en Sol, una jornada de trabajo de doce horas y un viaje en autobús de cinco horas para llegar a Oviedo, mi mente no estaba en su mejor momento).

La experiencia más grata
Después de la experiencia vivida el 15M en la manifestación no pensé que se podría superar, pero ayer en la asamblea de la tarde, después de una serie de intervenciones a micrófono libre y abierto, se repartieron la gente en varias asambleas. Yo me fui con mi hijo a la asamblea que iba a tratar el tema: “democracia”. Se formó un corro con mucha gente alrededor y el moderador abrió el turno de intervenciones. Yo intervine el primero y la gente se fué incorporando después, también intervino mi hijo. Se vieron opiniones muy dispares. Unos eran muy prácticos, otros soñadores. Unos tenía menos años y otros hasta cuatro veces más, pero se creó un debate, en la calle, popular, libre, abierto, sin nombres, sin cargos, sin jerarquías. ¿Cómo lo llamarían los académicos? Posiblemente demagogia, pues viva la demagogia, porque entre todos ellos hubo un chico que consiguió emocionarme. Lo más seguro es que era la primera vez que hablaba en público a pesar de sus ya cuarenta años más o menos. Estaba sufriendo tanto que a muchos nos daba pena al principio pero cuando fué hablando nos transmitió a todos un mensaje muy claro y muy profundo. Habló de que las minas asturianas no eran rentables porque en otras partes del mundo había personas que como esclavos trabajaban para extraer el carbón con unos sueldos tan miserables que no les llegaba ni para comer. Explotados sin escrúpulos por empresarios insaciables originaban un enorme desequilibrio que al final nos perjudicaba también a nosotros. Quería decir que en un sistema global si no eres solidario con el resto, al final esto también se vuelve en tu contra.
Una experiencia para repetir, nunca vivida antes en una calle en Oviedo en los últimos años, quizás habría que remontarse a principios del siglo XX para recordar algo así.
Mientras el teatro Campoamor estaba repleto, las calles de los vinos a rebosar, y muchos partidos en plena fiesta con abundantes pinchos y bebidas, y música para celebrar por adelantado el seguro triunfo de todos, yo, sentado en el suelo, viendo a mi hijo debatiendo con ciudadanos de todo tipo fuí inmensamente feliz, porque en ese momento me sentí el hombre más afortunado al comprobar que un sueño puede ser real, aunque parezca que no sirva para nada, pero seguro que a mi hijo esto le dará fuerzas para seguir luchando por una sociedad mejor.

La esperanza
Internet, vehículo lleno de posibilidades... y de sorpresas. Lo dominamos. Tenemos medios técnicos suficientes como para ejercer la presión. Ellos tienen medios técnicos como para permitir nuestra participación. Tenemos más de cuarenta millones de personas agazapadas trabajando en la sombra, y su trabajo comienza a transformar el orden. Comienzan a ponerse nerviosos. Pueden haber caído en su propia trampa. El tiempo lo dirá. Por ahora, estamos en el buen camino y los hechos se suceden más rápido de lo esperado. Estaremos espectantes pero sobre todo ilusionados. Lamento no ser más claro, pero hay esperanza, aunque como algunos piensan eso es lo último que se pierde.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Crónica de una noche en que se alinearon el sol y la luna

La luna llena brilla en el techo de una plaza donde descansa el sol, sentadito en un sofá.
Es el único asiento de la plaza, lo acaban de traer unos jóvenes de alguna parte, y muchos cartones que se van colocando en el suelo y pegando unos con otros con cinta de precintar. El sol no está solo, un puño amenazante lo acompaña, el puño que tantos han levantado contra la tiranía, ahora está de nuevo en acción.
No es casualidad. La historia se repite siempre con los mismos protagonistas, pero con diferentes nombres.
Un hombre de ojitos rasgados y pelo muy moreno ajeno a los ideales ejerce para lo que fué adiestrado: vender... latas de cerveza. Hay que sacar dinero de donde sea, y seguir trabajando sin parar... ni siquiera esta noche. Ellos ya son irrecuperables.
Me mezclo entre la gente, casi todos jóvenes, llenos de información y ahora de valentía.
Se sienten seguros, son muchos y además las veinte furgonetas de la policía nacional y local que tienen a sus espaldas les dan mucha más "seguridad".
De repente un coche de bomberos atraviesa la plaza con la sirena puesta. Lo primero que se me ocurrió, es que van a utilizar mangueras para dispersar, pero se alejó por una calle anexa y se oyó un murmullo colectivo en forma de suspiro. Luego me enteré que los bomberos que también se manifiestan se encuentran muy cerca pero no quieren mezclar sus reivindicaciones con las de los ciudadanos de la Puerta del Sol.
He oído que nos llaman antisistema. Yo esta noche viajé en autobús cinco horas para llegar a Madrid. A las 6,30 cogí el cercanías como todas las semanas, y en Delicias desayuné en el bar de la estación. A las siete de la mañana ya estaba en mi mesa trabajando. Mi jornada de trabajo acabó a las 21,00 horas, y sólo descansé una hora para comer el menú del día con un compañero en una terraza de Ferrocarril. Trece horas de trabajo con un agotamiento mental que no me impidió tomar un sandwich con una cerveza en la barra del bar de al lado y coger el metro a Sol. ¿Se puede deducir que soy un "antisistema" después de analizar un día de mi vida? Pues apenas me llega para aguantar a duras penas, porque yo, como muchos ciudadanos y ciudadanas de este país trabajamos lo que haga falta para que muchos que padecen la enfermedad incurable del oportunismo se aprovechen cada día de la especulación y puedan vivir de lujo sin dar golpe.
Qué más quisieran ellos que los que estábamos en Sol fuésemos violentos antisistema. Mezclan a alguno de sus esbirrios sin uniforme para provocar violencia y la consiguen. Me contaban cómo el día anterior varios policías se tiraban encima de ciudadanos desarmados que quedaban estupefactos ante tan bestial represesión pidiendo ayuda a... ¿las fuerzas del orden?
Eso es lo que más les preocupa, que en la plaza, como en otras de Barcelona,.... hay gente de paz,
muy preparada, muy equilibrada, pero también muy harta.
Me encuentro con la gente del PDI (Partido de Internet). Ellos sí estuvieron en la presentación de Asturix People, hace un mes. Rai y yo nos abrazamos. Estamos ciertamente conmovidos. Sabemos que estamos viviendo momentos inolvidables, momentos que marcan un nuevo camino. Un impulso tan auténtico como necesario. Hoy precisamente que es el Día de Internet, nuestro vehículo, nuestra luz que permite estar todos juntos aunque no nos podamos tocar. Ya lo decía Rasmus Lerdord: "El futuro está escrito en líneas de código".
El arma que intentan quitarnos pero que no pueden porque cuarenta millones de personas en el mundo se encargan de que cada día sea más fuerte y más libre.
Si una muy "apreciada" ministra que todos sabemos se encontrase en el epicentro de esta plaza, el epicentro de nuestro gran país, diría "os prefiero así, analógicos", ¿o tal vez ahora prefiera vernos de forma digital, a través de las imágenes que le llegan de las fotos de sus compañeras más progresistas?
Rai entrega unos barquillos a los compañeros y compañeras que le rodean. Están contentos, satisfechos,
porque han entregado todas las octavillas y no se creen lo que está pasando. Un señor de traje y corbata
ya muy maduro les pide una octavilla más. Rai se había guardado dos de recuerdo pero saca una y se la alarga.
Nos vamos hacia el centro de la plaza. Se está preparando la noche. Hay que acampar. Plásticos enormes hacen de toldos.
Cartones, hacen falta muchos más cartones. Esta noche hasta los indigentes pueden ser generosos y entregar alguno de los suyos.
La policía atenta apostada en sus vehículos antidisturbios parece como un borrón sobre un cuadro de Sorolla.
La noche va a ser larga, una noche de luna llena y un sol que marca el amanecer de una generación que todos creíamos perdida.

sábado, 14 de mayo de 2011

El cambio necesario



El día 22 millones de ciudadanos de España se verán ante la encrucijada de tener que elegir a sus representantes en los municipios y en las autonomías. Y ahí se acaba su participación, elegir unas papeletas y depositarlas en una urna. Eso que puede parecer poca cosa en algunos países todavía resulta un hito inalcanzable. Pero aquí con experiencias ya de varias repúblicas, una constitución y un sistema democrático tolerante con muchas grietas porque es al fin el heredero de un sistema fascista, aquí ya necesitamos más.

El ciudadano entrega su voto y elige a sus representantes y posteriormente se encuentra generalmente con varias sorpresas letales:
- la principal que sus representantes negocian con su voto con la única obsesión de conseguir más poder y la presencia personal en la silla más alta pudiendo traficar con él sin su consentimiento, y por supuesto sin escrúpulos de ningún tipo,
- y otra sorpresa y muy grave, es que cuando duden sobre decisiones importantes que atañen a la vida de todos los ciudadanos de su localidad o de su autonomía, cuando duden jamás van a consultar a esos ciudadanos que les eligieron para que les representasen.
Por supuesto podemos hablar de muchas más cosas, por ejemplo, que cuando tengan enormes beneficios materiales por tomar alguna decisión relativa a contrataciones, jamás van a repartir esos beneficios con los ciudadanos que les votaron, lo harán con su familia y amigos exclusivamente.
Por tanto, los ciudadanos se ven desarmados ante una circunstancia en la que no sólo deben elegir a las personas que les engañen y manipulen a su antojo sino también consentir en todo lo que hagan porque en cierta manera son corresponsables al entregar su voto.
Después de esta visión un tanto amarga pero tan cierta como las estadísticas que veremos el día 23, supongo que habrá que buscar soluciones. Pues bien, la solución está en la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA.
Es necesario y más que nunca que los ajustes del sistema se dirijan en la dirección de dar más participación al ciudadano y por tanto más poder. En la actualidad, con los sistemas de información que manejan el Ministerio de Interior y el Ministeriio de Hacienda, es superfácil instalar un sencillo complemento a la democracia representativa que ahora nos aburre, nos explota, nos vende... y que está a punto de hundir un sistema que se hizo para un tipo de ciudadano que está evolucionando muy deprisa.
El ciudadano de este siglo no tiene nada que ver con el del anterior. La información fluye a su alrededor y los bits cada vez son más numerosos no sólo en cantidad sino también en formas. Los sistemas de información manipulables dejan paso a un nuevo orden en el que los ciudadanos quieren ser los verdaderos protagonistas a través de sistemas de información libres los cuales al ser una amenaza para el orden actual se verán atacados por leyes tan absurdas como la desgraciadamente famosa “ley Sinde” y otras más duras que sin duda nos intentarán hacer tragar.
La realidad es que dentro de siete días, en mi ciudad o en mi autonomía, pueden ser elegidas personas que nos van a representar y a tomar las decisiones por nosotros, algunas de ellas se reconocen “analfabetos funcionales modernos” o no saben distinguir entre un trabajador por cuenta propia y un empresario, o simplemente su único mérito es dejarse hacer fotos con la gente por la calle, y si les preguntas por el software libre lo confunden con el gratuito, en fin un lujo tener representantes tan bien preparados y actualizados.
Y el principal problema es que aunque el ciudadano del siglo XXI está cambiando, hay sitios del planeta donde parece que el tiempo no transcurre y los relojes se han quedado petrificados en un fúnebre episodio donde la resignación dejará paso a una indignación implacable donde la muerte del sistema será inevitable si no se opera a tiempo un cáncer que ya nos está matando: el de la apatía.

Algunos enlaces:
Asturix People http://peop.li
Democracia participativa http://www.democraciaparticipativa.es